El gobierno eliminó exenciones fiscales y ahorrará $ 2103 millones
Suprimió un incentivo que entre 2008 y 2011 permitió a las firmas acumular créditos fiscales por $ 10 mil millones que luego usaron para pagar impuestos. Ahora que, el precio del barril de crudo interno se duplicó, ya no tiene sentido mantenerlo. El Ministerio de Planificación, a cargo de Julio De Vido, notificó ayer a las grandes petroleras la determinación oficial de suspender la aplicación de los programas Petróleo Plus y Refino Plus, lo que le permitirá al Estado recaudar unos $ 2103 por la eliminación de exenciones impositivas.
De esta manera, las empresas Panamerican Energy, YPF, Occidental Sinopec, Plus, Pluspetrol, Total Austral, Enap Sipetrol, Petrobras y Esso, ya no recibirán un incentivo fiscal que entre 2008 y 2011 les permitió dejar de pagar cerca de $ 10 mil millones por exenciones que el gobierno argentino les concedió para estimular la creación de nuevos proyectos dirigidos a aumentar la exploración y explotación de petróleo.
Subsidios: amplían quita a más barrios pudientes
La decisión comprende a 71 mil usuarios de barrios cerrados y de Vicente López y San Isidro. Esperan ahorrar 228 millones por año.
El gobierno nacional anunció ayer que a partir de marzo extenderá el envío de declaraciones juradas sobre necesidad de subsidios a nuevas zonas del Conurbano Bonaerense y a todos los barrios cerrados del país. “Si sumamos a los que ya recibieron su formulario, el total es de 255.558 usuarios a los que se subsidia por $ 557 millones”, destacaron desde el Ministerio de Planificación.
Quiénes se benefician y quiénes se perjudican con la tarjeta SUBE
La trama oculta del cambio de paradigma en los subsidios al transporte público de pasajeros. Las empresas que más dinero recibieron y las trampas para aumentar la facturación. El papel del Movimiento Evita detrás de la medida.
A pesar de la resistencia de compañías más acostumbradas a los subsidios millonarios que a las inversiones, y de la paranoia agitada por la prensa hegemónica, la implementación del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) no sólo es una muy buena noticia para los millones de pasajeros que a diario usan los colectivos, trenes y subterráneos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). También significa la clave para mejorar –y mucho– el control sobre los enormes recursos con que el Estado subsidia las dos terceras partes del precio del boleto. Revisar este esquema, donde las empresas lucran más con los fondos públicos que con el servicio que brindan, era algo largamente solicitado por los mismos diarios, canales de televisión y programas de radio que en las últimas semanas emprendieron una verdadera campaña de demonización contra el SUBE, reduciéndolo al malhumor de los usuarios en las filas para obtener la tarjeta magnética (ver aparte).
Por citar un ejemplo, Metrovías SA, que gestiona el subte, el premetro y la línea de trenes Urquiza, obtuvo en 2011 una subvención de $ 826,8 millones, lo que significó un crecimiento del 2650% con respecto a lo que recibía en 2003. En el mismo lapso, estos fondos pasaron de representar una pequeña parte de sus ingresos a convertirse en la fuente principal. En el caso de los colectivos, la ONG CIPPEC informó que mientras en 2002 este dinero cubría el 7% de sus ganancias, hoy llega al 77 por ciento.
- El SUBE y los medios hegemónicos. Las contradicciones de los grupos Clarín y La Nación. Hace cinco años se escandalizaban por el faltante de monedas y pedían la pronta puesta en marcha de la tarjeta magnética. Ahora, en cambio, se quejan por su implementación.
Heller: "La ley de entidades financieras profundiza el modelo"
El diputado aliado al kirchnerismo del Partido Solidario, Carlos Heller, sostuvo que el proyecto que reforma la ley de entidades financieras apunta a "profundizar" el modelo del Gobierno nacional. Tambi{en reconoció que la reforma "toca intereses importantes", pero aseguró que más allá la postura en contra que han declamado las cámaras bancarias no recibió presiones para retirar el proyecto.
"La actividad financiera no puede quedar a merced del mercado; a la oferta y la demanda; en muchos aspectos es un servicio esencial que debe ser regulado. Los precios que se cobran tienen que estar pautados y dirigidos, no librados al antojo de los empresarios", indicó Heller, fundamentando su proyecto.
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